A los seis años, Nico Rosberg decidió que iba a emular a su famoso padre y convertirse en campeón del mundo de Fórmula Uno. Parecía una fantasía inverosímil, incluso para un niño que se beneficiaba de una educación privilegiada en Mónaco. De hecho, Nico necesitó 25 años de duro esfuerzo para hacer realidad su sueño de infancia. Su búsqueda por el campeonato le costó mucho trabajo, lo que provocó un giro final en la historia del triunfo. Cinco días después de conquistar el título, en un dramático enfrentamiento en la última carrera con su compañero de equipo Lewis Hamilton, el Campeón del Mundo de 2016 anunció su retirada inmediata de la cúspide del automovilismo.