Cuando Williams convirtió a Damon Hill en piloto de Fórmula Uno, a pesar de su indistinto historial de carreras, Frank Williams dijo que era porque era "un duro bastardo" y Patrick Head dijo que admiraba su "feroz determinación interior". Como su padre, Graham Hill, campeón del mundo, necesitaba estas cualidades para alcanzar el éxito en el deporte al que, como su padre, llegó tarde después de una larga lucha. Su herencia ayudó, al igual que la suerte, pero al final fue su propia habilidad la que permitió a Damon Hill añadir brillo al nombre de la familia.